Nuestro primer encuentro..

Cuando sentí la suave brisa, rozando mi cara, deje que me despojara de mis ropas, y que rozaras mi piel suavemente por cada rincón.

Sentí un beso, ese beso que me diste en sueños, que me erizo de pies a cabeza
Me tomaste en brazos y tiernamente me recostaste en nuestro lecho, tus besos iniciaron en mis pies y terminaron en mi frente.

Tus manos acariciaron mi piel, y tocaron hasta mi alma.

Tus besos exploraron mis labios y tu saliva se unió con la mía, haciéndose una......me apretaste a tu cuerpo con fuerza, abrazándome con pasión, mirándome con ternura
Cerraste los ojos y empecé a besar tu pecho, suspiraste en mis oídos, y acariciaste mi pelo...mis manos empezaron a buscar tu sexo, duro y erecto por la intensidad del momento.

Lo acaricie lentamente, como a un dulce caramelo, un gemido nada tímido escapo de tu boca, y tu mirada penetrante delataba tu viril excitación.